Una pregunta recurrente en la consulta psicológica es “¿qué puedo hacer para no estar tan estresado?” En este artículo te contamos qué es y cómo detectarlo. Además, te ofrecemos una herramienta práctica para gestionar el estrés.

Una clave para enfrentar el estrés es verlo como un problema que puede ser solucionado.

¿Qué es el estrés?

El estrés es una respuesta fisiológica y psicológica que experimentan los seres humanos ante situaciones en las que sienten que no cuentan con las herramientas necesarias para hacer frente. Por lo tanto, las personas pueden referir síntomas corporales, emocionales y cognitivos o del pensamiento.

¿Cuáles son los síntomas del estrés?

El estrés puede manifestarse de diversas maneras. Es importante entender es que a lo que llamamos síntomas tienen la característica de disminuir el desempeño del sujeto en uno o en diversos ámbitos de la vida. Entonces en casos de estrés alto es posible que sientas que no cumples con los roles que tienes en el colegio o trabajo, en la familia y con tus amigos. Siempre que veas que en alguno de estos aspectos estás teniendo más dificultades de lo habitual es pertinente consultar con un profesional de la salud mental. De igual manera si observas esto en alguien que te importa puedes sugerirle con cariño y respeto que lo mejor es poner el problema en manos de un psicólogo.

A continuación, te contamos cuáles son las manifestaciones más comunes:

Corporales: Tensión muscular y de la mandíbula, náuseas, dolor en la boca del estómago y aceleración del corazón.

Emocionales: Desasosiego, intranquilidad, temor e irritabilidad.

Cognitivos: Dificultad para concentrarse, pensamiento caótico, incapacidad para tomar decisiones y fallos en la memoria que no son habituales en situaciones normales.

También puedes experimentar un aumento o disminución del apetito y el sueño.

¿Qué puedes hacer para manejar el estrés?

Existen muchas técnicas para disminuir el estrés que han mostrado buena efectividad en las investigaciones. Sin embargo, se reconoce que no todas son útiles para toda la población. Es posible que encuentres mucha información en internet que pueda serte útil pero no a tus seres queridos y viceversa. Te proponemos una estrategia de solución de problemas en la que se siguen varios pasos que puedes usar en esas situaciones que no sabes cómo resolver. ¡Recuerda compartirla! A otros les puede servir.

Solución de problemas

  1. Externalízalo: Ponle un nombre. Lo mejor es definir cuál es el problema que te está causando estrés.
  2. Cosas que puedes hacer: Escribe una lista con posibilidades (no importa si es realista o no). Entre más larga sea la lista más posibilidades tienes de encontrar una solución.
  3. Elige: Toma de la lista las opciones que consideres más pertinente. Puedes elegir las dos más adecuadas para tu caso y tener otras dos de reserva y así cuentas con más de un plan B.
  4. Divide: Separa la solución en pasos realistas. No empieces inmediatamente con todo porque solo empeorará la sensación de estrés. Lo más recomendable es que vayas por partes y a tu ritmo.
  5. Ejecuta: Empieza a actuar con el plan que diseñaste en el paso anterior y no te apresures. Reza el dicho popular: Lento pero seguro.

Referencias

Lazarus, R. S. (1999). Stress and emotion: A new synthesis. New York: Springer Publishing Co.

Naranjo-Pereira, M. L. (2009). Una revisión teórica sobre el estrés y algunos aspectos relevantes de este en el ámbito educativo. Revista de educación 32 (2) 171-190

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