El dolor es una de las experiencias humanas más desagradables que existe. Hacemos muchas cosas por evitarlo, como no llevar a cabo actividades de riesgo, o remediarlo cuando aparece. Algunas personas lo sufren de manera crónica, te contamos de qué se trata y las opciones de tratamiento. 

¿Qué es el dolor crónico?

Se diagnostica a una persona con dolor crónico cuando a causa de una enfermedad, accidente o cirugía experimenta dolor la mayor parte del tiempo, con pocas probabilidades de recuperación o alivio del malestar y ha estado más de tres meses cumpliendo estas condiciones.

Consecuencias del dolor crónico

Es común que el desempeño en actividades rutinarias se vea afectado por dolores y el estado de ánimo se altere. Seguro que cuando te duele la cabeza, por ejemplo, es más probable que te sientas más irritable y te cueste más realizar actividades. 

Ahora, cuando se vive con dolor mucho tiempo durante los días las consecuencias son más evidentes y tienden a mantenerse junto con el dolor. En la psicología se identifican tres áreas afectadas:

Emociones: Aumento de la desesperanza, irritabilidad y tristeza. Muchas personas con dolor crónico pueden padecer ansiedad y depresión. 

Pensamientos: Pérdida de autoestima, pensamientos negativos sobre sí mismo y el futuro.

Comportamiento:  Disminución de las actividades. Aislamiento social y sedentarismo. Tener dolor puede disminuir la motivación para compartir con los demás y evitar los espacios de ocio.

Estos efectos vistos de manera global indican deterioro significativo en la calidad de vida, por eso es importante acudir a terapia para aumentar el bienestar de la persona con dolor y su entorno. 

Tratamiento psicológico

Se recomienda acompañamiento psicológico cuando el individuo se ve afectado en diversas áreas de su vida, como se mencionó en el apartado anterior. Además, si el médico tratante indica que no hay más opciones desde su especialidad, es importante la psicoterapia con el objetivo de que el sujeto y su red de apoyo aprendan a manejar el dolor. 

La terapia cognitivo conductual es la que cuenta con mayor evidencia científica para el dolor crónico. El terapeuta acuerda con el consultante los objetivos y enseña diversas habilidades que permitan al paciente tener una vida normal.

En este tipo de casos hay tres ejes fundamentales en el tratamiento:

• Técnicas de relajación que pueden disminuir el dolor llevando la atención a otras cosas.
• Reestructuración cognitiva que busca reorientar los pensamientos de manera más positiva y disminuir la catastrofización.
• Planear actividades que el individuo pueda realizar con mayor facilidad y no pierda momentos valiosos por el dolor.
• Entrenamiento en la actitud de aceptación de ciertos cambios que pueda experimentar en su rendimiento cotidiano.

¿Cómo ayudar a un familiar con dolor?

• Valida las emociones que tu ser querido experimenta.
• Asume como real su queja sobre el dolor.
• Recuérdale tomar adecuadamente la medicación.
• Motívale a pedir ayuda y asistir a las sesiones.
• Invítale a realizar planes juntos.
• Trátale con compasión, sin juzgar y con ternura.

¿Sabías que en Fundación Delos estamos capacitados para ayudarte?

Hemos tenido la experiencia de intervenir a personas que padecen dolor crónico. Adoptamos un modelo de tratamiento basado en la evidencia. Si bien, se manejan protocolos, nuestros profesionales adaptan sus intervenciones a cada caso particular. Respetamos la historia de cada consultante y procuramos ofrecerte el mejor servicio. Si tienes un familiar, allegado o sufres de dolor crónico puedes contactarnos para orientarte con la terapia.

Referencias

Heron-Carmignami, S.; Longino, S.; Coffa, D. & Weyer, C. (2017). Behavioral Health Team Chronic Pain Group. Facilitator Manual. s.i.

Otis, J. D. (2007). Managing chronic pain. A cognitive-behavioral therapy approach. Workbook. New York: Oxford University Press, Inc

Thorn, B. E. (2017). (2da Edición). Cognitive Therapy for Chronic Pain. A Step-by-Step Guide. The Guilford Press