como corregir a alguien que quiero

Todos hemos sentido molestia ante la actitud o comportamiento de una persona. En ocasiones podemos pasarla por alto, lo olvidamos con facilidad y continuamos con la vida sin que esto represente alguna dificultad. Pero, en ocasiones, la repetición de esto que nos molesta entorpece el funcionamiento familiar, laboral o relacional. En esos casos, lo mejor será expresar ese problema y para ello es necesaria la comunicación asertiva.

comunicación asertiva
El objetivo es evitar herir a la persona. Foto de Monstera en Pexels

Los seres humanos tenemos derecho a experimentar cualquier emoción, aunque eso no nos da derecho a actuar de cualquier manera. Es normal que sintamos ira o molestia ante las acciones u omisiones de los demás. Por ejemplo, cuando alguien nos da información importante para el trabajo a última hora (acción) o cuando se delegan responsabilidades en el hogar y uno de los miembros no lo cumple (omisión). No es pertinente señalar, juzgar y atacar al otro. 

Te presentamos algunas recomendaciones para corregir asertivamente:

Claves para comunicar:

Céntrate en el comportamiento y no en la persona. Di:

“Me molesta que no laves los platos”

“No me gusta cuando me envías la información tan tarde”

En vez de:

“Eres un/a vago/a”

“Nunca había conocido a alguien tan desconsiderado/a”

  • Piensa antes de hablar: Es importante que definas qué es lo que quieres que la persona cambie y no desviarte. No le reproches cosas del pasado. Enfócate en lo que ocurrió y habla sobre ello. Si sientes incomodidad o nervios de decirle, puedes hacer una lista de cosas que quieres que el otro sepa y te parece importante no pasar por alto.
  • Elige un momento adecuado: Uno de los obstáculos más frecuentes para la asertividad es que no transmitimos el mensaje en un buen momento. Para que seas escuchado y atendido necesitas que tu interlocutor tenga disposición. Pide directamente que te escuche y si es posible te mire, sin distracciones tecnológicas u ocupaciones. Detén a la persona y dile: “Necesito decirte algo, por favor regálame unos minutos”.
  • Usa la precisión: No exageres con tu reclamo y busca la objetividad. No digas cosas como: “nunca”, “siempre” o “todo”. Busca el hecho concreto y menciónalo. Tampoco des vueltas, mejor explica con claridad qué es lo que está haciendo mal. Así será más fácil que pueda entender. 
  • Busca la proporción: Si quieres corregir a una persona, no querrás atacarla. Indica otras cosas que sí hace muy bien como ejemplo de que puede mejorar. Puedes usar la técnica del sánduche: empieza con algo positivo, continúa con la corrección y finaliza con otro asunto positivo. Ejemplo: “Eres muy eficiente con las tareas del colegio, pero no estás ayudando con los deberes de la casa, creo que con lo responsable que eres lo puedes hacer”. Habrás equilibrado el comentario, que para nadie es agradable, con otros que sí lo son.
  • No dejes que la emoción hable por ti: Lo más probable es que si vas a corregir a alguien es porque experimentaste o sientes una emoción negativa, casi siempre la ira. Esta emoción es una de las más complejas de manejar porque nos invita a atacar a los otros. Si sientes que el enojo es muy alto, lo más conveniente es que primero te calmes y luego puedas hablar tranquilamente. Recuerda que estás reprendiendo, no desahogándote.

Tip: Corregir a las personas es necesario. Y esto no debería terminar en un conflicto que afecte la relación sino que las cosas mejoren para todos. Lo más importante es cuidar tus vínculos. Recuerda que el otro es un ser con sentimientos y dificultades. Trátale con compasión.

Referencia:

Paterson, R. J. (2000). The assertiveness workbook. How to express your ideas and stand up for yourself at work and in relationships. New Harbinger Publications

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