Tal como se menciona en nuestro artículo de blog sobre la emoción y sus características, la experiencia humana implica experimentar sensaciones a medida que interactuamos con el mundo y con otras personas. A muchas de esas sensaciones les llamamos emociones.
En vista de lo anterior, algunas preguntas como las siguientes pueden despertar tu curiosidad:
- ¿Todas las personas sienten las mismas emociones?
- ¿Cuántas emociones sienten los humanos?
- ¿Lo que yo siento como tristeza o alegría significa lo mismo para otras personas?
Responder a dichas preguntas no es tarea fácil, por lo cual en esta ocasión nos basaremos en las ideas de la psicóloga y neurocientífica Lisa Feldman Barrett, quien se ha dedicado por décadas a estudiar estas y otras preguntas de forma cuidadosa.
Para la Dra. Feldman, la manera en que sentimos las emociones está muy relacionada con los conceptos (o ideas) y palabras que tenemos para entenderlas. Una metáfora que ella usa es la siguiente. Piensa en tus ideas y palabras sobre las emociones como herramientas. Si en tu día a día solamente tienes dos herramientas, ¿qué podría pasar? Es posible que lo que sientas solamente pueda entenderse teniendo en cuenta esas dos herramientas.
De hecho, algunas veces las personas van a terapia y dicen “me siento muy mal”. ¿Pero a qué se refiere ese “mal”? ¿Es tristeza, ansiedad, ira, desengaño, culpa, vergüenza, miedo? Si la persona solamente tiene esa herramienta, será más difícil entenderla y ayudarle. Asimismo, para ella misma será difícil entender lo que siente y de dónde viene.
Aquí es donde cobra sentido el concepto de granularidad emocional: “la capacidad o incapacidad que tiene un individuo de para detectar señales o reacciones para así interpretar con precisión estados emocionales” (Barrett, 2018, p. 21).
Si cuentas con más ideas y palabras (herramientas) para nombrar y entender lo que sientes, podrás interpretar con mayor precisión tu mundo emocional, tu mundo interno. Lo anterior puede ayudarte también a mejorar la regulación emocional, y esta es una habilidad clave para alcanzar metas y cultivar la vida que deseas.
Imagina lo siguiente. Alguien va a una tienda de comidas y dice:
- “Quiero una porción de masa horneada con salsa de tomate y queso”
¿Entiendes rápidamente a qué se refiere? Ahora imagina que esta persona dice:
- “Quiero una porción de pizza”
Es mucho más claro, ¿no crees?
Esto se relaciona con la granularidad emocional, esa capacidad de ser preciso al entender lo que sientes. Para aumentar esa precisión es esencial tener las palabras adecuadas, y sobre todo tener más palabras. En otras palabras, conseguir más herramientas.
Si aumentas tu vocabulario para referirte a las emociones, la próxima vez que sientas algo tendrás más herramientas para entenderlo y guiar a partir de ello tus acciones y tus decisiones.
¿Quieres aumentar tu granularidad emocional? Acompáñanos en nuestro taller virtual el próximo 2 de abril, encuentra aquí toda la información e inscríbete antes de que se agoten los cupos.
Referencias
Feldman Barrett, L. (2018). La vida secreta del cerebro. Cómo se construyen las emociones. Paidós.
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